miércoles, 28 de marzo de 2012

A Place to Forget



Nunca me gustaron los lugares con secretos.

Sin querer hoy estuve en uno de ellos por más de 2 horas, debí suponer que una marea de flash backs llegaría a mi mente.

El lugar de siempre, conocido por todos, lleno de tanta gente. Y por ese tiempo parecía vacío, perfecto para nosotros.

Sentados alrededor de niños y ancianos, de gente esperando, comiendo, riendo, y nosotros solo nos mirábamos, intentando descifrar lo que vendría después. En ese tiempo no había apuro, nos volvíamos a conocer y queríamos creer. Hoy, ya no creo en nadie.

Cuantas veces te esperé en el lugar de siempre, mirando la gente pasar e imaginando nuestras conversaciones. Luego llegabas y todo era natural, fluidez pura y real. Nuestro mejor momento. Ese tiempo que no volverá. Ese lugar que ya no es lugar.

Casi 1 año después, yo sentada en el mismo lugar, continuo viendo a la gente pasar, sigo escuchando sus risas, a mí alrededor todo sigue igual, la gente sigue esperando, las tiendas abiertas claman público. Ese lugar ya no es mi lugar.

Como no imaginarte cerca, como no esperarte, como no desear que aparecieras. Como aceptar que nunca más será nuestro lugar.

La noche llega y sigo sentada haciendo lo peor que puedo hacer; recordando. Es tan lento ese proceso que cada conversación duele en el alma. Saberte mío en un pasado y ver este presente que no reconozco me altera.

Sigo sentada en la banqueta de siempre, esperando por algo o por alguien. Sabiendo perfectamente que cada segundo que pasa es definitivo. Por primera vez luego de mucho tiempo quiero llamarte, oír esa voz. Saco el celular del bolso, lo sostengo en mi mano, pero es inútil marcar un número que ya no recuerdo.

A veces agradezco mi mala memoria, selectiva para algunos recuerdos. Cruel para otros.

El lugar de siempre, ya con poca gente. No sé cuánto tiempo ha pasado, una hora, quizás dos. Pensar que solíamos recorrerlo por completo. Hoy solo me queda a mí mirarlo de lejos. Ni siquiera intento acercarme más. Ese lugar que me trae tantos recuerdos, hoy parece vacío sin nosotros.

Nosotros, los de antes.

¿Qué has hecho conmigo? En qué me he convertido. En un remedo triste de mí. En la pieza perdida de tu rompecabezas. En la mitad de la naranja. En el vaso medio vacío. En la lluvia en la calle. En el perro perdido. En la llamada no hecha. En un Paul sin su Linda. En una Yoko sin su John.

Y mirando la gente pasar, recordé esa canción y aquel verso de ese poema. 


"If I lay here 
If I just lay here 
Would you lie with me 
And just forget the world" 

martes, 20 de marzo de 2012

Típico de mi

No sé fumar, te habrás dado cuenta

No me lo esperaba. Hay tantas cosas de esta vida que no me lo esperaba. Tu, él, el otro… todos ustedes, tan idiotas y perfectos. Yo no los esperaba.

No escribía desde hace mucho, y hoy lo haré porque ha pasado algo genial, algo que nunca me había sucedido, y esta noche es perfecta para contarla, solo espero que no lo leas. Al menos no esta noche.

Se supone que no debo ser yo quien diga lo siguiente pero; el amor es una cosa de locos. Los típicos chicos que no quiero que se enamoren de mí, lo hacen. Y los chicos que quisiera que lo hagan ¡NO LO HACEN! … Destino, tu jueguito no me está gustando NADA.

No pues, nosotras no elegimos de quien enamorarnos, y mucho menos quien nos tiene que gustar… no me culpes. No soy yo. Son mis típicos gustos…
Esos gustos raros, extravagantes que tengo y que más de una vez me han traídos problemas, soy buena, la verdad veo la “belleza interior”… no me culpen (de nuevo) así soy yo, casi una santa. Pero dejando la broma… el amor es para gente decidida, gente que se va a poner los pantalones, la falda, el jean y todo lo demás, para luego quitárselos… (AJA)

El amor debe tomarse con calma, con bastante alegría, pero sobre todo, debe tomarse de a pocos. Nada puede apresurarse, todo debe fluir y ser natural. A nadie le gusta sentir que las cosas están siendo forzadas. El amor no es obligación, y si te gusto, no esperes lo mismo de mi. No soy una maquina, soy solo una chica.

Ya mucha webada (ups). Prometí no decir lisuras, y tampoco escribirlas, pero el amor me pone cojuda y no mido lo que digo. Hace tiempo que no me enamoro, y ya me está dando miedo no sentir nada en el estómago.

Pero si se trata de sentir algo… como dicen por ahí, prefiero morir de hambre, que de amor.

Al final de este post, no llegué a contar lo “genial” que me había pasado. Lo pensé mejor y es demasiado privado para este blog no tan privado.

EXTRA: Si algún día pasas por aquí, quiero que sepas que eres especial sin tener que decírtelo miles de veces, lo eres. Okey? – fin de mi post cursi. 


Este post es quizás el mas corto, pero dentro de mi hay una explosión de sentimientos que tenían que resultar en algo.